Hoy os vengo a hablar del gran tema tabú para las madres en los Galms, que es el destete en la lactancia materna. Y que no se me asuste nadie, que sospecho que el nuestro aún queda lejos.
El tema prohibido en los grupos de apoyo a la lactancia.
O al menos, eso parece ser. Y es que las madres, por unas u otras razones, tienen la palabra destete como prohibida, como un tabú en la lactancia. Nombrarla en una reunión parece estar vetado, y nos cuesta horrores hacer entender que de ese tema, se puede (y se debe) hablar.
Creo que si más allá de los problemas logísticos, de tasas de lactancia, desinformación generalizada o de apoyo institucional, le preguntamos a un grupo de coordinación cual es la mayor de sus dificultades a la hora de ayudar a las madres, sería el tema del destete.
Destete, la palabra tabú de la lactancia.
Por razones que se me escapan, la gente entiende que si somos promotoras de lactancia, hablar de destete está prohibido. Que si vamos a favor de la lactancia, es tabú hablar de destete, y es algo así como un pecado capital
Que si formamos parte de un grupo de apoyo a la lactancia materna, y hablamos de destete, nos van a mirar mal o nos van a echar.
Por cierto, aprovecho para deciros, que si ese es el caso, huyáis de inmediato de ese grupo de lactancia, pues tiene poco o nada de respetuoso y de apoyo.
En un GALM se acompaña y se comparte, no se impone.
El destete no debería ser tabú, no es una palabra prohibida en la lactancia materna. Es más bien todo lo contrario.
El destete es parte de la lactancia materna.
Y como tal, en los grupos de apoyo a la lactancia, las asesoras de lactancia o cualquier promotora de lactancia, no solo no te va a mirar mal si decides hablar de ello, sino que estará más que dispuesta a ayudarte.
Al igual que hablamos del parto, porque es el preludio a la lactancia, hablamos de todas las fases de la lactancia que incluyen el destete. Porque es una etapa que puede llegar a ser muy intensa, que puede requerir de cierta logística, de mucho apoyo emocional… o porque puede ser que no sea la decisión adecuada para ti. Pero desde luego el destete no es un tema prohibido o tabú en un grupo de apoyo a la lactancia.
Antes de hablar de destete, te preguntaremos las razones.
Creo que ésta es la parte que más asusta a las madres. En cuanto les preguntamos porque quieren destetar, se asustan y se sienten juzgadas.
Si quiero que algo os quede claro a todas las madres que me leéis, es que nuestra función es la de ayudaros a tener la mejor lactancia materna posible. A que esa experiencia dure todo lo que os apetezca a vosotras y vuestros hijos, y que vuestra relación con la lactancia sea la mejor posible, incluida su conclusión.
Si os preguntamos vuestras razones para destetar, no es para juzgaros o convenceros de lo contrario. Es para que vosotras estéis seguras de que es la decisión correcta para vuestra situación.
El destete es el final de la lactancia.
Para bien y para mal.
“No hay retorno” (depende del tiempo transcurrido, es posible relactar), ya no hay vuelta atrás… Por lo que para nosotras es de vital importancia que estés segura de esta decisión, que sea la adecuada para ti y que la tomes por las razones que para ti son correctas.
Porque por desgracia, aún sigue siendo muy mayoritaria la desinformación acerca de la lactancia materna, y muchas madres se ven obligadas a destetar o no ven otra salida que el destete, cuando a lo mejor esa lactancia puede mantenerse aplicando algunos cambios. Si ese es vuestro deseo, claro.
Por eso, cuando nos digas que quieres destetar, te preguntaremos el porque. Averiguaremos si es por dificultades que se pueden solventar, si es por razones que te van a llevar a un destete no deseado, o si vas a necesitar apoyo logístico para ello. Para que ese destete sea verdaderamente tu decisión, informada y sopesada.
Porque echarás muchas cosas de menos cuando esa lactancia termine, y es posible que te sientas mal si a posteriori descubres que había alternativas a ese destete.
Te hablaremos y mucho, de como llevarlo a cabo. Porque si el destete no es dirigido por el bebé, según a que edades, puede ser un proceso muy largo y en ocasiones duro a nivel emocional.
El destete no es algo inmediato, y es algo que la mayoría de madres no tienen en cuenta y que a algunas les hace replantearse su idea de destetar en ese momento concreto.
El destete no es algo que ocurre de la noche a la mañana.
O no debería serlo, por el bien de nuestra relación madre e hijx y/o el de nuestro pecho.
Más allá de los primeros 6 meses, en los que el bebé seguramente se entere poco del cambio de lactancia (el problema recaerá en podamos pasarlo mal hasta que demos con el sucedáneo de lactancia materna y el recipiente que nuestro bebé acepte, y la posible ingurgitación), los destetes se vuelven complejos.
En estos destetes tempranos, la importancia recae en estar pendiente de la producción de la madre, para realizar una disminución paulatina de la misma y así evitar posibles obstrucciones, mastitis o problemas mayores. Es vital hacer, estos desttees también, de manera progresiva y escalonada, para disminuir de una manera adecuada la producción de leche.
Pero en destetes más tardíos nuestro bebé ya sabe lo que es la teta, y sabe que la quiere, por lo que es muy probable que se revuelva y se rebele ante un destete brusco, especialmente si no es para nada su intención.
La lactancia es cosa de dos, y a partir de según que edad, ellos también tienen algo que decir al respecto.
A veces las madres entran pidiendo destetar, y se van con la decisión de no hacerlo.
Muchas veces, tras ese breve cuestionario en el que intentamos ayudar a la madre a ver cuales son las razones del destete, las alternativas al mismo y el procedimiento para llevarlo a cabo, muchas madres deciden dejar la idea por el momento.
En ocasiones queremos destetar porque estamos agotadas, porque no podemos más con las noches intensas, porque volver del trabajo significa estar una hora pegada a la teta según entramos por la puerta, porque los niños mayores pueden ser muy intensos…
Y en realidad lo que necesitamos es apoyo, un respiro o que nos expliquen que tal o cual situación es habitual (y no es que tu hijo te está tomando el pelo como dice la señora de la cola del super).
Yo a veces quiero destetar… pero en realidad no.
No son pocas las veces que a mi se me ha pasado el destete por la cabeza, especialmente en las épocas más hormonales, y lo he sopesado en muchas ocasiones muy seriamente.
Pero me paro a pensar lo que supone un destete, la logística del mismo, los sentimientos que va a suponer y lo que voy a dejar de tener… y esos días se hacen más llevaderos.
Además, conocer lo que ocurre, me permite actuar en consecuencia y si hay días de demanda extrema, tiro un poco más de pedir tiempo muerto a papá.
Cada vez que el agotamiento o la excesiva demanda me abruman, me hago esas mismas preguntas que hacemos en el GALM. ¿Porqué quiero destetar? ¿Hay algo que pueda cambiar para mejorar la situación? ¿Es tan grave que estoy dispuesta a renunciar a lo positivo de la lactancia?
De momento, la respuesta siempre acaba siendo un no. No quiero destetar aún.
Pero el día que decida tener un destete, no será un tabú en mi lactancia.
Lo hablaré en el GALM, porque soy muy consciente de la necesidad de apoyo emocional durante el mismo. Los sentimientos que surgen alrededor de un destete son complejos y contradictorios. Queremos cerrar esa etapa, pero nos apena mucho perder los beneficios de la lactancia.
Y os hablaré de ello por aquí. Porque es un tema aún muy tabú en el mundo de la lactancia materna, cuando debería ser un tema más. Es una etapa más que pasará, y cuanto mejor y más acompañadas la pasemos, tanto mejor será.