Madre dando el pecho a su hijo de 1 año representando las dificultades en la lactancia, sin enseñar teta, lactancia niños mayores
Lactancia

Dificultades en la lactancia 1 – Problemas inesperados

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Para el post de hoy os voy a hablar de las dificultades en la lactancia, de esas cosas de las que no se habla tanto y que creo que son importantes conocer. Porque tener toda la información, te prepara para poder afrontar las dificultades que se presenten y para saber clasificar los problemas y actuar en consecuencia.

Conocer las dificultades en la lactancia es importante para afrontarlas.

Creo firmemente que la información nos da el poder de decidir, de persistir y de vencer las dificultades.

Me sorprende mucho, que la decisión por la cual una madre decide libremente no dar lactancia materna en gran parte se basa en mitos y en la anticipación a dificultades que es posible que no lo sean tanto, cuando existen dificultades reales que se desconocen. y que me parecería lógico temer.


INCISO

Cuando hablo de madres que deciden libremente no dar lactancia materna, me refiero a todas esas madres a las que yo me he encontrado, que antes de dar a luz ya tienen claro que van a alimentar con lactancia artificial.

Para mi una madre que ha decidido no dar lactancia materna, después de intentarlo o no,  en base a una falta de información o una malinformación, para mi no están decidiendo de manera LIBRE, y por tanto no las incluyo en esta categoría.
De quien es la responsabilidad de que estas madres estén informadas o no ya es un debate para otro día.
Pero para mi, esa decisión de no dar el pecho viene condicionada por unos problemas que no saben o no quieren afrontar, bien por falta de apoyo o por decisión personal.
Pero dada la falta de ayuda, la grandísima desinformación con la que cuentan los sanitarios relacionados con los recién nacidos, y la transmisión generacional de mitos y falsa información , yo considero que estas madres no deciden de manera plenamente libre.

Están condicionadas por su entorno, la mayoría de veces sin ser conscientes de ello, y muchas veces dejan de dar el pecho muy a su pesar por no encontrar el apoyo que necesitan.

A estas madres hay que darles todo el apoyo e información del mundo, pero siempre respetando su decisión, informada o no. Lo que más necesitan estas madres es apoyo, ya que muchas veces esa decisión de no dar más el pecho, no es de agrado para la misma y ella lo sufre más que nadie.

No quiero desaprovechar la ocasión para pediros a todos, estéis a favor de una u otra opción, que si veis a una madre que opta por la opción contraria, antes de nada la respetéis.

Si hay confianza, y la madre se muestra receptiva, le podéis ofrecer la posibilidad de darle la información veraz que necesita. Solo, y tan solo, si ella explícitamente os muestra su interés no condicionado por recibir esta información, se la podéis ofrecer.

Cualquier otra actitud, no hace más que añadir  dolor y culpa a una madre que suficiente ha sufrido y está sufriendo por no conseguir algo que le decimos con tanta vehemencia que es lo mejor para un hijo.

Si das la teta o das el biberón, respeta a otra madre. No sabes que dificultades, cuanto sufrimiento o que problemas se encuentran detrás de esa lactancia fallida o no, y es posible que a nadie le duela más que a esa madre no estar dando el pecho o lo dura que le pueda estar resultando la lactancia.

Respeta las opciones y los caminos de los demás.

FIN DE INCISO


Pensamos cuando damos a luz, que la lactancia materna al ser algo natural es algo fácil y sencillo y que está libre de problemas y dificultades.

Y por desgracia, eso es cada día menos común.

Entre los problemas de agarre debido a nuestra falta de conocimiento de posturas y de como se ha de colocar un bebe, entre las cosas que no esperamos que nos ocurrieran y la falta de información acerca de las crisis de lactancia, que son normales pero que asustan a muchas madres… las dificultades que pueden aparecer en una lactancia no son pocas, y es vital conocer muchas de ellas para saber afrontarlas y saber como actuar.

En esta ocasión voy a pasar por alto las dificultades de la lactancia que son más comunes, y son la cotidianidad de las mismas, como son las crisis de lactancia, de las cuales os hablaré en un futuro pero de las que os podéis informar mientras en la web de Lactapp.

La ingurgitacion

Creo que no hay nadie que no haya oído la frase de te va a subir la leche o todavía no me ha subido la leche.

Aparte de lo cierto o no que hay en esta afirmación, muchas madres notan de una manera más o menos evidente la «subida de la leche» que es cuando pasamos de producir calostro a producir la leche materna que conocemos.

Todas las madres que damos a luz tenemos leche cuando nuestro hijo nace lo que pasa que es la leche se llama calostro. Esto es así hayas dado a luz por vía vaginal o por cesárea. No tiene que ver con el tipo de expulsivo, sino con la expulsión de la placenta.
Lo que sí determina el éxito de una lactancia, su mantenimiento y su continuidad, aparte de tener otros tantas implicaciones en el vínculo madre/bebé es la rápida unión madre e hijo (piel a piel lo antes posible) y el ofrecimiento del pecho en las primeras dos horas de vida.

El caso es que nos preocupa mucho sentir o más bien no sentir esa subida de leche en los días siguientes al parto (que es posible que no sintáis y tener una lactancia exitosa)… y se nos olvida que es posible que no sea la única vez que notemos la subida de la leche y se presente en más ocasiones de lo que nos gustaría.

A veces por un mal agarre otras veces porque el peque solo quiere comer de un pecho o bien porque nos hemos pasado muchas horas alejados del bebé y nos hemos saltado 1 o 2 tomas podemos acabar con el pecho super hinchado y con molestias.

Recordar siempre que es muy importante vaciar el pecho correctamente para evitar posibles futuras obstrucciones y mastitis. Además, si el pecho está muy inflamado es posible que el bebé tenga dificultades a la hora de agarrarse al pecho, por lo que es necesario vaciar un poquito manualmente o realizar el ejercicio de presión inversa suavizante antes de poner a nuestro bebé al pecho.

NOTA: Si sufres a menudo ingurgitación, es que el bebé no está comiendo correctamente. Sería recomendable que visitaras a una matrona para valorar agarre, problemas de transmisión o determinar que está ocurriendo.

Mordiscos y pellizcos

El tema de los mordiscos y los pellizcos es un tema del que se habla poco porque son pocas las lactancias que llegan más allá de los 6 meses gracias a algunas desafortunadas recomendaciones de familiares y sanitarios.

Pero para todas aquellas madres que consiguen mantener una lactancia durante el primer año y más allá, el recibir mordiscos es una de las dificultades de la lactancia que más les preocupa.

Y a pesar de que la mayoría de madres es lo que más le preocupa es la salida de los dientes y que los niños puedan morder, qué ocurren no os voy a engañar… para mí no ha sido la peor.

En nuestro caso la peque solo me ha mordido cuando le ha ido a salir algún diente y se sentía molesta.

Hace poco una amiga me comentó qué es algo que se suele dar más en niños con frenillo bien que en niños con una lengua totalmente normal. Así que si le estáis teniendo miedo, no os anticipéis, porque es posible que no os ocurra nunca.

En definitiva es un problema que ocurrirá muy pocas veces y durante un tiempo muy limitado. En nuestro caso apenas me ha mordido una o dos veces cada vez que le ha salido un diente y por suerte le han salido los dientes muy a menudo de dos en dos y de tres en tres.

Pero luego está el otro gran tema: los pellizcos o el sintonizar el pezón.
Llámalo X: pellizcar la teta, retorcer el pezón, tirar, estirar, «sintonizar» el pezón, estrujar la teta… el caso es estar con una teta en la boca y la otra en la mano.

Los niños lo hacen porque les calma y es muy muy difícil de quitarles esa costumbre. Te recomiendan que pruebes diferentes cosas: explicar, taparte la teta que no está tomando, usar collares de lactancia o peluches, juguetes y mantitas para distraerlo… pero nada de eso te asegura que vayan a dejar de hacerlo.

Nosotros por ejemplo no lo hemos conseguido todavía, y es salgo qué en ocasiones me pone muy nerviosa y me cuesta mucho sobrellevar.

Si os está pasando, os animo a probar diferentes tácticas, y sobre todo, a tener mucha paciencia.

Los repuntes de demanda

Otro gran tema del que no se habla lo suficiente, y que choca mucho a las madres son los repuntes de demanda en niños más mayores.

Tenemos claro que tener un bebé recién nacido conlleva entre otras cosas, vivir con un pequeño ser de alta demanda en tu vida. Sabes que tu teta va a tener que estar disponible 24/7, y a pesar de ser duro en ocasiones, es algo que tenemos más o menos asumido (vale, es cierto que hay gente que piensa que los niños nacen siendo muñecos que hacen poco más que dormir, pero no es la mayoría).

Lo que muy pocas de nosotras esperamos, es que una vez pasada esta primera fase de alta demanda… vayan a venir más, especialmente a según que edades.

Te vas acostumbrando a una progresión, y todos pensamos absurdamente que la evolución de los niños es lineal hacia arriba… y resulta que como todo en la maternidad es una suerte de montaña rusa con sus subidas y bajadas. Así que si, es posible que tu hijo de 9/16/36 meses, que ya no quería saber nada de ti y de tu teta gran parte del día, tenga momentos de garrapatismo una vez más.

Y puede ser por un grandísima cantidad de razones. Que estén malitos, que hayan tenido una crisis de crecimiento, cambios drásticos de rutina como la incorporación a la escuela infantil… y así, mil cosas más.

Paciencia y delegar tareas es lo poco que se puede hacer para pasar esta fase. Y hablar mucho con Mamigas, que siempre ayuda desahogarse.

La agitación por amamantamiento

Si a una madre reciente le dices que es posible que en alguna ocasión sienta rechazo hacia su propio hijo por aquello que ha decidido hacer libremente, y que piensa que es lo mejor para su bebé, te mirará como si estuvieras loca.
Por desgracia, la agitación por amamantamiento es algo real, que no tiene porque ocurrirle a todas las madres, pero cuando ocurre es doblemente duro de gestionar.

Os hablé más a fondo de ello en un post que publiqué hace unas semanas, y es para mi una de las mayores dificultades en la lactancia. De hecho es una de las grandes causas de los destetes de niños más mayores. Y no me extraña.

Si conoces las dificultades en la lactancia, es más fácil afrontarlas.

Dicho todo esto, os puedo asegurar que si queréis mantener una lactancia, estos problemas se pueden sobrellevar con tan solo un poco de información y de apoyo por parte de nuestro entorno.

Teniendo en cuenta que defiendo firmemente en que una lactancia debe durar todo lo que una madre y su hijx quieran, y que si una madre decide dejar de dar el pecho a nadie le importa el motivo, creo que como madres sois más que capaces de vencer estas dificultades en la lactancia y mantenerla todo el tiempo que deseáis.


¿Vosotros habéis sufrido estas dificultades en la lactancia? ¿Cuales han sido para vosotros las cosas más duras de la lactancia? ¿Habéis pensado en no dar el pecho o dejar de darlo por alguno de estos motivos? Cuéntame en los comentarios.

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Comentario (1)
  1. Bocados, pellizcos, ingurgitaciones con obstrucciones y mastitis de repetición (5 meses seguidos con el peque, qué meses… ese frenillo del demonio…) Y esos momentos de garrapatismo con 20 meses que piensas “¿Por qué no se desteta ya? Pero qué penita si lo hace” Sí, a veces se hace duro…
    La verdad es que cuando peor me he sentido en relación a la lactancia fue con la mayor, que con su frenillo que yo no conocía y sin saber de posturas y posiciones, tenía una de grietas e ingurgitación permanente que había momentos en que me producía rechazo oírla llorar, que pidiese y que mamara. Y pasamos a LA 100% cuando tenía dos mesecitos. Lo que lloramos juntas esos dos meses y lo que lloré yo los siguientes al descubrirle el frenillo…
    Sigue faltando información, mucha.
    Abrazos, bonita.

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