La importancia de contar con una tribu en nuestra crianza es un tema que no dejamos de reivindicar desde los grupos de apoyo y las asociaciones de apoyo a la crianza, la lactancia… y desde cualquier rincón de la maternidad, porque es muy necesaria.
Contar con una buena tribu a tu alrededor es de vital importancia en tu crianza.
Hoy en día criar no es más difícil que hace un siglo, pero
tampoco es más fácil. Las dificultades a las que se enfrentan las madres y padres
han cambiado.
Las enfermedades son menos y controladas, el acceso a recursos es más amplio,
contamos con mayor formación en crianza y disponemos de una mayor variedad de
recursos a nuestra disposición.
Pero a su vez, entre otras dificultades adquiridas en nuestra época, contamos
con la falta de tribu en nuestra crianza, que tamaña importancia tenía y sigue
teniendo. Las familias son cada vez menos extensas, se han vuelto más privadas,
y la sensación de soledad y falta de apoyo puede resultar abrumadora para una
familia.
La tribu es el soporte emocional y logístico de la crianza.
Ser dos en la crianza no es una tarea imposible, incluso ser uno en la crianza tampoco es impedimento para ello, aunque si es más complejo. Pero si nuestro núcleo de apoyo, de referencia y de información acaba allí donde cuelgan las llaves de tu casa, las pequeñas “cosas” de la maternidad pueden acabar convirtiéndose en una carga muy pesada de llevar.
Para empezar, la tribu es importante por la sociedad en la
que vivimos. Quedarse en casa cuidando de los hijos es cada vez más una excepción
mayor, obligados por el sistema consumista en el que vivimos. Son pocas las
familias que pueden y quieren renunciar a un sueldo o parte del mismo para acometer
la tarea de cuidar y criar a los hijos, y ello supone una cantidad de problemas
complejos y caros de solucionar sin una tribu.
Porque en algún momento dado, nuestros hijos se pondrán enfermos, o lo haremos
nosotros, o necesitaremos hacer tal o cual recado difícil de acometer con niños
de la mano… y necesitaremos a alguien que se quede con los niños.
Pero más allá de la logística, que puede llegar a ser un verdadero quebradero de cabeza en según que circunstancias, para mi la importancia de la tribu radica en el acompañamiento emocional de la crianza.
La soledad en la maternidad.
Y cuando me refiero a soledad, no es solo la física, es esa de la que os hablaba que vivimos por no contar ya con núcleos familiares extensos y comunidades abiertas como eran antes los pueblos o las corralas.
Es, principalmente, la soledad emocional que vivimos la mayoría de madres, y padres, y que tanto puede pesar en nuestra crianza por falta de tribu.
Los seres humanos necesitamos comprender lo que nos ocurre, sentir que no estamos solos en un problema y tener puntos de referencia en otras personas.
Empatía y comprensión.
Hace unos días os hablé de todos esos sentimientos que vivimos, especialmente en el puerperio, y que tanto nos abruman a padres y a madres. Eres primerizo, no tienes ni idea (pero ni una pizca) de qué significa traer al mundo a un bebé, y te encuentras solo y sin entender lo que ocurre.
Contar con una tribu como soporte emocional, en la que ahogar las penas, y sentirse comprendido es de gran importancia y puede marcar la diferencia, para nosotros los padres, en la crianza.
¿Y si no tengo amigas madres, o vecinas madres, donde puedo encontrar mi tribu?
Pues nuestra desgracia es que muy probablemente ya no tengamos a ese grupo nutrido de personas, mujeres, a nuestro alrededor y al alcance de la mano, que antes eran el respaldo emocional (para bien y para mal) de una madre. Ya no contamos con la (complicidad de la) vecina, probablemente no tengamos muchos hermanos y/o estarán lejos o quizás ni siquiera sean padres o sean muy diferentes a nosotros…
Pero por suerte, ese apoyo se puede encontrar en muchos otros sitios. Lugares en los que puedes formar parte de una tribu que verdaderamente entienda y comprenda tus dificultades y angustias por ser similares a las suyas.
Grupos de crianza, escuelas de padres, el grupo de yoga para madres recientes o las amigas del pilates para embarazadas… el Galm, los otros padres de la guardería, las compañeras del taller de porteo…
Y muy especialmente para mi, un grupo de desconocidas al otro lado del móvil. Porque si. La tribu puede ser virtual. Está claro que no podremos contar con el soporte logístico, pero para mi es casi más importante el soporte emocional.

Mi tribu y su importancia en mi crianza.
Como ya os decía, yo era (y soy) una madre más en el puerperio y la crianza. Perdida en muchas ocasiones, con necesidad de confirmación o negación de las ideas propias, que necesita en la mayoría de casos tan solo un hombro sobre el que llorar.
Que necesita un lugar donde preguntar si es normal tantas tomas en una noche, si a alguien más le ha ido bien X crema del culo, en el que llorar por la falta de sueño o la intensidad que supone la época de rabietas.
He encontrado ese lugar en mi grupo de apoyo a la lactancia, pero además sin buscarlo, por designios del destino, esa tribu en parte está formada por personas que hace 3 años no conocía, pero que además, viven lejos o muy lejos de mi.
Mamás a las que veo 2, 3 o quizás ninguna vez al año, que viven tan lejos de mi que llegar a ellas requiere de muchas horas de viaje. Pero que día a día marcan la diferencia en mi crianza.
Mi tribu ha sido vital en mi crianza.
Y para mi salud mental. Con tan sólo estar al otro lado o en esa reunión mensual, escucharme, contarme sus penas, escuchar mis palabras de ánimo o mi opinión con respecto a sus dificultades.
Gracias a ellas, soy mejor madre, cada vez más. Me siento comprendida, incluso cuando no compartimos puntos de vista, porque es un lugar donde impera la empatía.
En mi crianza, una de las mayores cargas está siendo no contar con esa gran tribu física, que ofrece un soporte logístico. No contar con este tipo de tribu, ha supuesto una gran carga y una serie de decisiones, que asumimos por completo en el núcleo más intimo de la familia.
Pero he contado, para mi suerte, con otro tipo de tribu que me acompaña a diario, casi a todas horas del día.
Esta tribu, es mejor a nivel emocional.
Porque antes, la tribu era esa vecina o esa madre o esa hermana, cercana físicamente a ti, pero que bien podía estar en las antípodas de tu crianza.
Que te aconsejaba en base a su propia crianza, que bien poco o nada se podía parecer a la tuya. Hoy tenemos la inmensa suerte, de que podemos buscar la tribu que vaya en nuestra sintonía, y que nos suponga menos momentos de choque y más apoyo y comprensión.
El contar con amigas que comprenden lo que he pasado, porque ellas también han colechado o valoran positivamente su implicación, porque han dado el pecho o conocen la información veraz, que tienen los mismos problemas que tu… marca una gran diferencia a nivel emocional.
Tu tribu también se puede encontrar en un grupo de apoyo.
Un trabajo muy intenso que nos queda por delante a los grupos de apoyo a la lactancia, principalmente, es quitarnos el velo de solucionadoras de problemas que hemos tenido que adoptar para suplir las carencias del sistema de soporte de la lactancia.
Por desgracia, es tal y tamaña la desinformación y la falta de recursos en el sistema sanitario como solucionador de problemas en las lactancias, que muchos GALMS asumimos esa tarea con todas sus consecuencias.
Se está perdiendo, un poco, la función real de los grupos, que es la de acompañar emocionalmente, la de ser un punto de encuentro libre de prejuicios en los que sentirse arropada y entendida, un lugar donde encontrar tribu.
Y nuestro deber, desde los grupos de coordinación, es encontrar la forma de recuperar ese momento de tribu, de abrazo grupal, ayudado al sistema a ponerse las pilas y asumir esos roles que verdaderamente tan sólo a ellos corresponde
Recordarle a las madres que estamos ahí para ellas. Para que nos pregunten si es normal un bebé que hace 15 tomas al día, para llorar por las noches en vela, para compartir experiencias en el porteo o para hablar de destete. SI, también de destete. Especialmente de destete. Pero de esto hablaremos otro día.
Si no fuera por vosotras al otro lado del teclado mi salud mental habría desaparecido ya… Abrazos 😘
La tribu me salvó,yo lo he dicho muchas veces. Retratas a la perfección la maternidad actual.La mía algo más alejada pero con similares problemas, y, pese a no haber tenido esa tribu físicamente con lo que conlleva, el soporte emocional fue y es fundamental para mí. tenemos que tomar conciencia de que nos necesitamos.Es la realidad de muchas ahora, en este momento.Y dejarnos querer. Un beso amiga
(Abrazo). Para mi, como dice el post, la tribu ha sido vital. La tribu, vosotras, me hacéis ver la vida de otra manera, y es muy necesario.
Creo que efectivamente, hoy más que nunca, estamos más conectados pero más separados que nunca. Y por eso hace falta hacer piña, darse cariño y amor, y tener a alguien cerca (o lejos pero cerca) que te diga, nena, lo estás haciendo bien.
Gracias por tanto y gracias por visibilizar, y por ser apoyo para tanta gente.