Los propósitos de año nuevo son aquel animal mitológico del que todo el mundo habla pero luego nadie ve.
Los propósitos de año nuevo son los padres.
Y es que a un niño no se le ocurriría pararase a pensar en todo lo que quiere hacer. Lo hace y punto.
Ese va a ser uno de mis propósitos.
Pero vuelta a lo que iba. Que esto de apuntar y decir en voz alta todo lo que queremos conseguir este año, es cosa de los adultos, que tenemos tanto que hacer y queremos hacer tanto más que se nos olvida si no lo ponemos en algún sitio.
Este año tengo mil y un propósitos de año nuevo, y quiero dejarlos reflejados aquí a ver si así me acuerdo un poquito más.
Ser más realista.
Ésta es la base fundamental de todos los que van a seguir. Porque como dice Antonio Poveda, nos podremos engañar lo que queramos, que luego solo cumplimos 2 de cada 10.
Por eso, propósitos más realistas y factibles de cumplir. Los cambios se consiguen poco a poco.
Pero no solo es con este fin que quiero ser más realista. No solo quiero saber aceptar mejor lo que puedo lograr, y no hacer castillos en el aire que luego pesan sobre mi conciencia. También quiero ser más realista con mi vida, con lo que yo soy y lo que es mi familia.
Aceptar mi realidad, el mayor de mis propósitos de año nuevo.
Quiero recordar a diario que no me puedo comparar a nadie, que mi vida no es igual que la del resto y que eso está bien.
Quiero ser más indulgente conmigo misma, ser más cauta con mis expectativas, y necesito tener más en cuenta nuestras limitaciones.
No llego ni llegaré a todo, queda mucho camino hasta ser lo que quiero ser… y no pasa nada.
Voy a disfrutar de los pequeños logros, voy a aceptar los fracasos y abrazar el reto de hacer las cosas a veces por el camino largo.
Voy a intentar planificar mejor nuestra vida, pero manteniendo una flexibilidad sana en la mente.
Valorarme más.
Sin lugar a dudas, este es uno de los propósitos de año nuevo que más me cuesta cumplir.
Pero ahora que soy muy consciente de que todo lo que hago y proyecto tienen una repercusión en mi vida y en mi hija, y que debo verme con un cristal más positivo. Pues de mi va a aprender como relacionarse con si misma. Y no quiero que sea como yo lo he hecho hasta hace un tiempo.
Se que soy capaz de muchísimo, se que soy muchas buenas cosas y que saco muchas cosas adelante.
Pero entre mi baja autovaloración y la dureza que supone emprender, tropezando mil veces para salir adelante, se me suele olvidar.
Este año quiero pararme más a valorar todo lo soy capaz de lograr y ponerlo en mi lista de hazañas. Y si. Eso incluye pasar un día sin perder los nervios o haber conseguido que mi casa no parezca zona de guerra en un día pegatina.
Son grandes pequeños logros, que he conseguido yo, y gracias a los cuales muchas cosas siguen funcionando.
Sacar tiempo para mi.
2-3 horas a la semana, fuera del horario laboral.
Sólo necesito eso, para dedicarme tiempo, para hacer aquello que me gusta y poder relajar la mente.
Para poder coger todo con más ganas, para poder retomar hobbies y para poder tener es espacio de crecimiento.
Soy consciente de que aún así, no llegaré a todo, que hay cosas que tendrán que seguir funcionando a pedales y trompicones. Pero no pasa nada.
Se que vendrán otras épocas, que ésta pasará, y
Enamorarme un poquito más de mi casa.
Y el mayor propósito de año nuevo, es hacerlo también de mi espacio personal.
Este año, si la vida no lo impide, vamos a hacer esa reforma que tanto necesita nuestra familia para poder tener por fin dormitorios completos y que nuestra hija tenga su propio espacio. Para que cuando ella esté preparada, en meses o años, pueda ser el fin de nuestro colecho.
Quiero coger este proyecto con ganas, como cuando compramos la casa, y hacer de estos nuevos espacios la mejor versión que el presupuesto nos permita.
Pero además, quiero darle cariño a ese gran olvidado. A esa estancia que presenté a Ikea como candidata para ser reformada… y que muy evidentemente necesita un cambio.
Hacer de mi despacho un lugar bonito.
Y aprovechar todos esos muebles que ya no tendrán mucho sentido, para dar vida a un nuevo despacho.
Más funcional, más realista y adaptado a nuestra vida actual. Quiero hacer aquello que tanto amo, coger lo antiguo y darle una vida nueva, mover muebles y pintar paredes… y hacerlo por mi. Porque yo me lo merezco.
Y para poder organizarme mejor.
Pasarme a la agenda digital.
Y es que el año pasado me vine muy arriba y visto lo que me molaba la bujo, me compré una más grande.
Odio dejar las agendas vacias por partes y llenas por otras. Ésta era la solución perfecta.
Pero no lo ha sido.
Y no solo es culpa del formato, y de que no tengo tiempo de prepararla. Es que no tengo ocasión de gestionarla. Cuando tengo tiempo de organizar, de sentarme a planificar, raramente estoy en mi despacho. Estoy en la calle, en el sofá con la niña a la teta o en el baño… y si me la dejo en esos sitios, no la tengo disponible cuando necesito mirarla.
Lo que tengo es el movil, conmigo todo el dia. Conectado al pc y al portátil.
Empezar a organizarme mediante aplicaciones siempre accesibles es el mayor de los propósitos de año nuevo a nivel personal y laboral.
A nivel laboral para el trabajo en equipo me está flipando Trello, tengo en el punto de mira Wunderlist y, shhhh es secreto, SantoPadre se ha salido con la suya y le ha pedido a los Reyes un Google Home mini que estoy pensando en exprimir en este sentido.
Si tenéis apps o ideas de organización digital, así en modo todo en uno soy toda oídos.
BTW, a nivel laboral os recomiendo a montones la plataforma Franz. Me está enamorando.
Tener muchos pequeños propósitos.
Pero no en modo checklist, como tareas que cumplir y que tienes que acabar cuanto antes.
Si no como recordatorio de que siempre es posible mejorar y progresar.
Que de aquí al cielo solo hay que andar camino, y que no pasa nada por estar unos años caminando, simplemente. Disfrutando de la vida y dejando que ella te lleve.
Esto es quizas lo que resume todos mis propósitos.
Disfrutar del aquí y ahora.
Porque no estaré donde quiero estar a nivel profesional o a nivel personal… pero no pasa nada.
Ahora mismo tengo algo más importante, algo que si no lo disfruto, se pasará para siempre y jamás volverá. Y que es muy importante atender con toda la atención que pueda.
Así que este año voy a tener mil y un propósitos, y el mayor propósito de año nuevo de todos, es aceptar que puede que no cumpla ninguno, y que eso está bien.
Y vosotros, tenéis propósitos de año nuevo? Los cumplís?
Te deseo mucha fuerza y ánimo para cumplir con tus propósitos, me parecen todos muy razonables y creo que el de quererte y valorarte más a ti misma junto con el de sacar tiempo para ti deberían estar top en la lista que lo necesitas preciosa.
:*
Me encanta tu sinceridad como siempre y tus pies bien puestos en la tierra. Yo ya estoy tan cansada de faltarme a mis propósitos cada año, que este no hice ningino que no fuera seguir intentando darme prioridad. Si yo estoy bien, todo fluye y el último semestre del 2018 me lo dejo muy claro. Así pues.. a disfrutar el 2019 con todo lo que se venga.. eso sí planificando porque com0 siempre las madres no tenemos tiempo para nada.. y hay que hacer milagros con lo que hay.. abrazos grandes